Sacerdote denuncia en París situación haitiana
Santo Domingo/CORRESPONSAL EDLP._ El sacerdote católico Pedro Ruquoy, uno de los promotores de la actividad 'Esclaves au Paradis' (Esclavos en el Paraíso) que se lleva a cabo en París, Francia, defendió como válidas las denuncias de maltratos a los trabajadores haitianos de los ingenios dominicanos que están contenidas en el documental "The Price of Sugar'.
Ruquoy, quien llamó vía telefónica ayer a un programa local de televisión, aseguró que "yo no he visto nada (en la película) que este fuera de la realidad que conozco (en los bateyes dominicanos). Yo he vivido cosas peores. No entiendo como esta película es vista como una película contra el pueblo dominicano".
'The Price of Sugar' (El precio del azúcar) se presentó el jueves en París. Su productor, Eric Grunebaum, mostró sorpresa por la reacción del Gobierno Dominicano, algunos sectores nacionalistas y el grupo empresarial Vicini que controla los bateyes de los ingenios de la zona este donde se rodó la cinta.
Grunebaum aseguró que el documental "solo expresa la cruda realidad que viven los picadores de cañas en los bateyes del ingenio Colón". Aseguró que los nacionalistas y la empresa azucarera sólo "atacan el mensaje (del documental) pero no la historia, el problema que presenta la película es real, está ahí y hay muchos dominicanos que lo conocen".
Esta semana la Cámara de Diputados aprobó una resolución para condenar "en forma enérgica" la supuesta campaña de "descrédito y difamación" que promueve en Francia los sacerdotes católicos Ruquoy y Chistopher Hartley Sartorius, así como un conjunto de organizaciones no gubernamentales.
Los congresistas cuestionaron el contenido de El Precio del Azúcar, cuya copia en DVD circula de mano en mano en los últimos días. También, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) rechazó la supuesta campaña que presenta el país como una nación "esclavista de inmigrantes haitianos".
Pero, el sacerdote Ruquoy insistió en que la actividad de Francia no busca afectar la soberanía ni la imagen de República Dominicana, sino "buscar una solución" a la situación de explotación que viven dominicanos y haitianos que trabajan en la industria azucarera.
"La familia Vicini trajo a París a dos picadores de cañas a que los que pagaron el viaje, para testimoniar que nosotros decimos mentiras y yo no hablo mentiras. No vine aquí para dañar la imagen de los dominicanos. Vine para mejorar la imagen de República Dominicana porque hay que resolver este problema de los bateyes", dijo.
También se quejó de que el cónsul dominicano en París, Ramón Antonio Abreu Flores y su vicecónsul, se registraran en calidad de "periodista" en la actividad 'Esclaves au Paradis'.
Panky Corcino (El Diario La Prensa, NY) - 05/19/2007 |