En la provincia Hermanas Mirabal podríamos mostrarles muchísimos casos de “populismo”, políticos que aspiran a una posición sea esta cual sea, van a los lugares marginados, buscan a las personas más pobres, las filman en sus miserias, los ponen a hablar de sus necesidades, en muchos casos piden recursos a personas sensibles para ayudarles a vivir mejor y realmente le cambian la vida, le reparan su casita, les llevan comida y hacen todo un espectáculo que más que para ayudar a esa persona es para promocionarse a sí mismo detrás de sus aspiraciones, despues de ahi, más nada.

Vemos constantemente fotos de Gobernadores, senadores y de otros políticos repartiendo migajas, sonriente y el pobre, miserablemente feliz cojiendo lo que le dan, mendigando lo que le corresponde y humillándose ante el poder, da asco como juegan con la miseria, esta fiesta de navidad es donde ellos se las lucen, ya los veremos sonriendo, muy humanos, dando y recibiendo abrazos, repartiendo miserables canastitas donadas por el estado y ellos indilgandoselas para sus intenciones de campaña temprana, y ellos disfrutando en sus mesas el regalo que les dio la pobreza que los enriquece.

Ellos son estudiado del Marketing político y conocedores del manejo de masa, especialmente de los pobres y se valen precisamente de los pobres para conquistar a los pobres, pues toda comunidad tiene sus líderes naturales, personas serias que tienen cierto arrastre en sus barrios, a ellos les conquistan con regalos, dádivas, le dan para que den y consoliden su liderazgo que más luego estos usaran para su propio beneficio, así como crear una cadena de más de ello en una baja escala.

Hasta que no se logre crear una verdadera acción de lucha por los derecho y se acabe el clientelismo, se luche por erradicar la pobreza creando bases y fuentes de empleo sólidas y el gobierno sea menos permisivo, menos ciego y menos mudo y la impunidad sea erradicada y la justicia actúe apegada a las leyes sin contemplaciones, no veremos una República Dominicana digna como la que siempre hemos soñado.

“Si queremos mejorar los ingresos de los pobres habrá entonces que motorizar la inversión local y externa sin distinciones, con normas claras, impuestos bajos y regulaciones razonables”.

Vemos constantemente fotos de Gobernadores, senadores y de otros políticos repartiendo migajas, sonriente y el pobre, miserablemente feliz cojiendo lo que le dan, mendigando lo que le corresponde y humillándose ante el poder.